La arquitectura como disciplina no implica sólo construcción, mucho menos se manifiesta sólo en edificios o espacios materializados. La arquitectura es hoy un campo de interacción, y para quienes desean iniciarse en el reconocimiento y aprendizaje de su contextura disciplinar, es fundamental tomar contacto con la cultura textual de la disciplina.
En nuestra asignatura, hace ya varios años, trabajamos con textos del Arquitecto Alberto Saldarriaga Roa, quien en sus escritos logra condensar siglos de cultura textual, visual y material en una expresión amable y de fácil lectura, que permite a quien aborda su lectura iniciarse y adentrarse en los principales saberes y prácticas de nuestra disciplina. Pero además, desde 2020, contamos con producciones textuales del equipo de cátedra, que abordan y explican la teoría de la materia en su totalidad, siendo estos los textos específicos que trabajaremos la mayor parte del año.
Los primeros textos que veremos son capítulos extraídos del texto “Aprender arquitectura”, de Alberto Saldarriaga Roa; texto que ofrece un “pantallazo”, una síntesis, sobre la arquitectura como profesión y de su enseñanza, tejiendo su relato con textos, autores e imágenes que dan cuenta de la trama histórica y cultural que le da entidad a la disciplina. Además de abordar los temas y conceptos clave de la arquitectura contemporánea y su devenir histórico. Nos centraremos en sus aportes en relación a los 4 Saberes de la disciplina (Representar, Construir, Proyectar, Pensar).
Si bien tanto el texto de Saldarriaga Roa como los textos de cátedra son particularmente amables en su expresión y en general son de fácil lectura, un estudiante que se inicia en el reconocimiento de la disciplina y el mundo que esta implica, se encontrará con algunos obstáculos en cuanto a la comprensión de ese tejido histórico que le da sustento y mismo con un mundo nuevo de conceptos, referentes, períodos, sitios, obras, posturas, contextos. Para entender y aprender de las lecturas será necesario para el estudiante no sólo encontrarse con los textos y ejercer una lectura atenta y reflexiva; sino también afrontar la tarea de construir un contexto que le permita mayor entendimiento de los temas y problemas planteados, a la vez que se sumerge en la cultura textual y visual de la arquitectura, para buscar e investigar sobre la disciplina y poder empezar a explicarla – y explicársela para sí mismo.
Importancia de la lecto-comprensión
Podemos coincidir en la importancia que, para la vida personal y social, tiene el lenguaje. Este posee una cierta influencia sobre los otros sistemas de comunicación que hemos desarrollado como humanidad: el dibujo, la música, las señas y gestos tanto faciales como corporales, etc. En el ámbito de lo social, el lenguaje es la base y enlace cultural de una comunidad. Por lo tanto, también es el principal medio de comunicación humana.
Cuando hablamos de lenguaje la referencia obligada es la lengua oral. Es decir, el sistema de códigos fonéticos que conforman el habla. Pero también el lenguaje escrito es parte de la comunicación, y tiene en su forma de presentación una serie de tipos y formatos muy vastos y complejos.
En este sentido, importa hablar de los textos académicos. Estos permiten diferentes abordajes e interpretaciones según cada campo disciplinar. Así, por ejemplo, arquitectos/as o diseñadores deben leer y producir textos verbales, y textos “visuales” (bidimensionales o tridimensionales) a partir de las incumbencias y del campo de las significaciones que cada disciplina intenta desarrollar. Esto es, la comunicación con y desde lo espacial.
La lectura específicamente, implica una actividad cognitiva compleja, entendiendo a ésta como la capacidad de procesar información a partir de la percepción, del conocimiento adquirido (experiencia) y desde las características subjetivas que permiten valorar la información. Esto involucra una serie de procesos, que, si bien algunos ya han sido adquiridos en otras etapas de la educación formal, otros requieren un grado de reflexión consciente. El acto de comprensión de un texto tiene como objetivo reconstruir el sentido del mismo y lograr una representación mental de lo leído, es decir un modelo posible de lo que el contenido del libro presenta.
La comprensión lectora es un proceso interactivo entre un lector que tiene conocimientos previos y un propósito que lo lleva a leer. El lector busca algo en el texto, que a su vez tiene características que le son propias. De esta forma se construye un vínculo a partir de una intencionalidad entre el lector y el texto. A lo largo de esta interacción surge el proceso de comprensión lectora, cuyas etapas pueden ser explicadas como tipos de lectura y son las siguientes:
- Lectura Exploratoria: En esta etapa el lector identifica la información básica del texto, es una primera aproximación. A partir de esta lectura, se activan conocimientos o informaciones requeridas por el texto, para iniciar el proceso de comprensión.
- Lectura Analítica: Es una etapa más compleja que la anterior, en la cual el lector profundiza el análisis del contenido textual. Esta profundización se da con varias lecturas progresivas, a fin de lograr interpretar su sentido. Con estas nuevas lecturas se comprueban o rectifican los indicios resultantes de la lectura exploratoria.
¿Cómo construimos un contexto del texto?
La búsqueda/investigación
Como producto de estas dos etapas de la lectura mencionadas, surge la necesidad de elaborar una primera representación de la información extraída de la lectura. Esta representación, que puede ser tanto textual como gráfica, sintetiza la comprensión lograda en un momento dado. Esta puede desarrollarse al finalizar la lectura, o bien paralelamente a la lectura analítica.
Cada tipo de texto, por su estructuración, permite diversos modos de representación. Estos modos podrán ser cuadros sinópticos, cuadros comparativos, líneas de tiempo, mapas conceptuales, redes conceptuales, resúmenes, síntesis y otros.
De esta forma, a lo largo del proceso de comprensión lectora se desarrolla la necesidad de conocer sobre ciertos temas para captar el sentido del texto que se está abordando. Estos nuevos temas pueden ser palabras, conceptos, referencias, citas, autores/referentes o incluso, otros textos. El conjunto de búsquedas y desarrollos complementarios lo denominaremos, a los efectos de nuestras prácticas, contexto del texto, que no es ni más ni menos que una búsqueda y selección de información que permita la mejor comprensión o el entendimiento pleno del sentido del texto original, a la vez que nos posibilitan aproximarnos a la cultura disciplinar.
Es importante aclarar que esta búsqueda/investigación tendrá dos componentes importantes:
- uno es la orientación: la misma está en estrecha relación con el texto original, ya que este es el que proporciona los elementos (pistas) para iniciar la búsqueda y que se convertirán en la guía para la búsqueda: una fecha, una frase, un autor o algún otro concepto que detenga mi proceso de comprensión.
- el otro es la profundidad de la búsqueda: la búsqueda será suficiente cuando la dificultad de la comprensión del texto original haya sido superada. Esto es así ya que podría la búsqueda ser “eterna”, dejando de ser complementaria y sobrepasando al texto que originalmente se está trabajando.
En este sentido, cabe recordar…
…que construimos los conceptos no para entenderlos por separado, sino para poder relacionarlos entre sí. Por ejemplo, si estoy buscando sobre qué es “profesión”, no me interesa sólo el concepto en sí mismo, sino en relación a los conceptos de “oficio y de disciplina” (ver ejemplo anexo). Entender esto es apartarse de la alienación que produce la búsqueda fragmentada y aproximarse, otra vez, a la comprensión del sentido del texto, y a significar los conceptos allí presentes.
…que comprometerse implica abordar la tarea con una actitud investigativa. Parar y preguntarse ¿Hacia dónde voy? ¿Qué quiero comprender? ¿Qué relaciones puedo descubrir? Reconocer el texto como un objeto de aprendizaje, pero también como una excusa para aprender cosas nuevas.
…que nuestro objetivo es sumergirnos en un mundo disciplinar nuevo, buscando e indagando para empezar a comprenderlo. Por ello no buscamos solamente “palabras desconocidas”, sino que intentamos construir vocabulario para entender los conceptos clave del texto de referencia, al mismo tiempo que descubrimos de qué está hecha la disciplina en la que estamos iniciando: la arquitectura. Será especialmente relevante todo contenido que esté asociado a la arquitectura, y por esto también importa incluir contenido visual en la investigación, y dibujar la arquitectura (no sólo incluir fotografías).
La representación de la información: comunicación de la búsqueda.
Debemos tener en cuenta que estamos produciendo un material que alguien más deberá leer y evaluar. Debemos ordenar y presentar la información de manera adecuada.
La comunicación en este caso tiene dos objetivos principales: mostrar la búsqueda, y organizar y jerarquizar la información: entendiendo esto como acción de presentar lo investigado de un modo nuevo, personal, y que en este sentido logre comunicar la comprensión respecto a los nuevos mundos explorados.
La investigación como acción, a los efectos de la práctica en esta asignatura, no podemos “constatarla”: es decir, no podemos verificar que suceda. Sólo podemos evaluar su alcance en relación a otros productos. En este sentido, lo que comunicamos al construir el contexto, hablará de manera directa sobre qué, cómo y por qué hemos investigado. Esto se manifiesta en diversos aspectos:
- Por ejemplo, en relación a las fuentes consultadas: ¿son pertinentes? ¿son diversas? ¿son específicas (textos disciplinares)? ¿se mencionan? ¿se citan?
- En la incorporación y diálogo con las citas bibliográficas: ¿al citar a un autor, la cita resulta pertinente? ¿aporta a la comprensión? ¿se “dialoga” con ella (es decir, se intenta explicarla o reflexionar sobre su contenido)?
- En el dibujo: ¿se hace con criterio, buscando aportar desde lo visual y desde lo arquitectónico?
- En el planteo de interrogantes ¿se hacen preguntas y se intenta contestarlas? ¿Se establecen relaciones con el texto de origen?
- En el abordaje personal de lo investigado (escribir y comentar sobre lo que se investigó)
- En la profundidad de la búsqueda (que tiene que ver con todas las preguntas anteriores)
- Y, fundamentalmente, el trazado de un camino de búsqueda acorde a lo que plantea el texto, pero no como colección de términos disociados de este (no es glosario ni vocabulario únicamente).
Existen varias formas de representar el contexto del texto: pueden aparecer esquemas, textos, dibujos, y sus combinaciones. El trabajo producido tendrá que reflejar ágilmente el resultado de la búsqueda, y en ese sentido, la comunicación del resultado es de por sí una acción organizativa, reflexiva y creativa. Tiene un orden y se presenta como un producto terminado, no es un borrador.
Por último, pero no por eso menos importante, hacemos un apartado para hablar del ejercicio de citar fuentes y la implicancia ética que esto tiene. Cada vez que, en el ejercicio académico, producimos textos, es parte de una práctica ética referenciar a los autores que le dan sentido a nuestra producción. Ningún texto se produce desde cero, sino que siempre se recurre a otros autores y referentes que nos allanan el camino en diversos aspectos. Pero, no podemos bajo ningún concepto, utilizar de forma textual o conceptual lo que otros han producido sin citar su autoría.
Hay diversos modos de incluir citas en nuestros trabajos: a veces parafraseamos a un autor, a veces incluimos de forma textual lo que nos aporta, a veces simplemente mencionamos sus trabajos o aportes en relación a un tema específico. Lo importante en cualquier caso, es referenciar siempre el origen de lo que incluimos, ya sea un texto bibliográfico, página web, video o material audiovisual, artículo, etc.
Existen, en este sentido, normas y estilos que regulan la manera de citar en el ámbito de la escritura académica: las mencionamos con fines pedagógicos y, en este sentido, pueden utilizar las que les parezcan más útiles: lo que no puede suceder es que no se cite pertinentemente. Las normas APA (https://normasapa.com/) son actualmente las más utilizadas.
A los fines prácticos, definiremos sólo algunos criterios básicos:
- siempre que citamos textual, el fragmento debe aparecer entre comillas sin excepción.
- se puede citar la fuente de dos formas: o la incluimos como cita al pie de página, o bien las listamos al final.
- dependiendo del tipo de fuente, será necesario consignar distintos datos: siempre serán, como mínimo, las siguientes: Autor/es, nombre del texto/artículo/libro/etc, año y lugar de edición, número de página/s. En caso de páginas web, importa consignar la dirección web, el título de la página, y los datos que se puedan extraer de allí sobre el contenido (autor/es, año, lugar, etc). Para mayor profundidad sobre esto revisar la página web de normas APA.
Anexo: ejemplo de construcción de contexto.
A continuación, incluimos un ejemplo de cómo armar (desde la lectura hasta la comunicación) un contexto del texto. Este ejemplo se ha construido a partir de trabajar un texto de Alberto Saldarriaga Roa, cuyo título es “La Arquitectura. Profesión, oficio y/o disciplina” (capítulo del libro “Pensar la Arquitectura. Un mapa conceptual”, publicado por la Universidad de Bogotá en el año 2010.
De este texto, que no es muy extenso, a los fines del ejemplo, se trabajó sólo en la introducción del mismo.
Para armarlo, se realizó una primera búsqueda, orientada a comprender los conceptos clave, y su relación con la ilustración principal del capítulo (elemento paratextual). En sí, el trabajo se centra específicamente en desarrollar un concepto del texto (“profesión”) y un referente -presente en la ilustración del capítulo (Andrea Palladio).
Este ejemplo es de muestra, como un inicio del contexto que deben construir los estudiantes. Tener en cuenta que, en la lectura y elaboración completa del contexto del texto, deberán aparecer muchos más conceptos y referentes.
Al trabajar la lectura, lo primero que se trabajó, fue un primer esquema que relaciona la información disponible en el texto, y que empieza a trazar un posible camino de búsqueda necesario para comprender lo que allí se habla. Este esquema, que se construye de manera personal, y según las técnicas de estudio que nos son más familiares, es una especie de puente entre la lecto-comprensión y la investigación del contexto propiamente dicha. En el caso particular del ejemplo, se trabajó por un lado con esquemas conceptuales y dibujos, referenciando con el uso de colores cuando se trata de: autores, textos, referentes, conceptos y movimientos históricos/artísticos de referencia.
A partir de la búsqueda sobre Andrea Palladio por ejemplo, estos primeros esquemas ya implican un primer buceo bibliográfico, en el que se identifican otros referentes necesarios para entender la época histórica a la que perteneció (el Renacimiento) y su vinculación con el problema conceptual: oficio, profesión y disciplina.
El orden de estos esquemas aún es incipiente, pero ya se manifiesta cierta organización, puesto que el esquema fue pensado, en este caso, para mostrar cómo se va tejiendo la investigación, cómo van surgiendo preguntas, y cómo vamos acudiendo a nuevos textos y fuentes para empezar a construir el contexto del texto. Una cosa más a destacar es que el dibujo aparece ya en esta etapa, si bien es esquemático, pero necesariamente debemos incluirla desde el principio.
Tanto para construir este primer esquema, como para la posterior comunicación de lo investigado, se usaron dos fuentes bibliográficas que específicamente tratan sobre la teoría y la historia de la arquitectura: el primero, y el más utilizado, es un libro de la editorial Taschen, llamado “Teoría de la Arquitectura del Renacimiento a la actualidad”. Este libro está organizado en secciones que dividen la teoría de la arquitectura (occidental) en su producción por países (Italia, Francia, España, Inglaterra, Alemania) y un último apartado dedicado específicamente al Siglo XX. Quienes figuran aquí, muchos de ellos arquitectos (como Andrea Palladio) figuran por su labor teórica y se hace hincapié en este aspecto. De hecho, este texto se publicita como “(…) el libro más completo e indispensable para todo aquel que desee saber lo que los arquitectos tienen que decir sobre su oficio”. Hacemos esta aclaración pues la selección del texto no fue casual, sino que tuvo que ver con el sentido de la búsqueda (recordemos los conceptos de profesión, oficio y disciplina).
También se utilizó el libro “Historia dibujada de la Arquitectura” de Bill Risebero, del que específicamente se extrajeron algunas citas textuales para trabajar reflexivamente.
Al momento de comunicar lo investigado (el producto final del contexto del texto, que es lo que finalmente se evalúa), es importante tener en cuenta el formato de trabajo (apaisado), que en este caso se dividió en dos “columnas” de texto. También resulta fundamental utilizar títulos, epígrafes, notas y citas para complementar el discurso.
En el ejemplo, se usaron los mismos códigos de color (referencias) que mencionabamos antes para destacar los conceptos trabajados (y algunos que surgieron de la misma búsqueda, como Humanismo y Renacimiento).
Es posible que antes de poder pasar en limpio, tengamos que armar un borrador de cómo vamos a ordenar el trabajo, para tener claro qué va primero y qué va después.
Escrito por Cecilia Torres y Augusto Núñez
Revisado por Fernando Giudici y Marisol Vedia
Corrección, edición y diseño por Matías Villafañe
Imagen de portada: https://www.confartigianatovicenza.it/